...curiosamente acabo de encontrar (aunque realmente sería más fácil decir que él me encontró a mí) un vídeo que hace unos años ví, y no pude volver a ubicar...se llama "What is that?"
Retomando un poco los elementos anteriores, siempre habrá algo que compartir, y siempre le podremos sacar un poco de tiempo a todo, incluso a lo que no podemos entender aún.
Las preguntas de los niños son todo un reto a la imaginación, la paciencia y la tolerancia; pero lo interesante del asunto es que cuando crecemos creemos que las preguntas ya no tienen la misma exigencia y lo peor, ya no tienen la misma (ni ninguna) importancia. Pese a ello, cada pregunta es un misterio, es una oportunidad de salir, una aventura a lo desconocido, un libro abierto que espera que lo descubramos.
Te has preguntado por qué eres tan impaciente? por qué no te pueden decir nada? por qué tus respuestas son a veces tan frías y deformes como la neblina? Muy bien, ahora el ejercicio es pensar cuándo respondiste algo con toda la paciencia y dulzura del caso, cuándo estabas tan abierto a todas las preguntas que pudieran surgir, cuándo las respuestas tuvieron la calidez del sol y el brillo del alba... créeme no eres tan malo como crees (o como quieren los demás que creas).
Debemos ser un poco más abiertos con nosotros mismos utilizando todas las excusas que nos ofrecen los demás, darnos un espacio y permitirnos crecer siempre. La vida es como un río que debe correr para poder estar en comunión con todos los elementos del universo. Ya se que estás pensando "sí claro", pero cuando el río de tu vida pasa por cascadas que te lanzan al vacío, te preguntas "pero... pero... por qué a mí?". Te gustan las aguas que permanecen quietas, como los lagos, y que no sufren cambios drásticos. Créeme que incluso las aguas estancadas se deben mover, porque sino estarán destinadas a desaparecer, a cambiar prontamente a un estado que sí les permita mutar.
Todo en la vida es cambio permanente, así es que no te conformes con lo que tienes, porque pronto, muy pronto mutará. Pero no se trata de sufrir por lo que teníamos y ya no está, por lo que tenemos y no vamos a seguir teniendo, sino que se trata de gozar con lo nuevo que aparecerá. Ahora bien, qué tiene que ver esto con las preguntas que mencioné al principio? La respuesta es: ¡Todo!
Sabiendo que todo cambia y que las preguntas son una puerta dimensional, debemos cada mañana preguntarnos si somos felices, si tenemos lo que deseamos, si estamos haciendo lo que siempre hemos querido hacer... pero no sólo preguntarnos, sino también ¡Respondernos!, y hacerlo de la manera más paciente, dulce y sincera posible. Colocando en cada respuesta el amor que nos merecemos, y haciendo este ejercicio (dentro de nosotros) podremos responder a todas las preguntas que nos lleguen desde afuera de la mejor manera posible.
Te invito a la paciencia, te invito a la tolerancia, te invito a la curiosidad y te invito a compartir...
Santiago de cali, 28 de marzo de 2013
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